lunes, 20 de julio de 2015

Algete solidario


Por Ana Soleto

Hace justo una semana del incendio en una vivienda de Algete. Ese día me encontraba fuera del pueblo y no fue hasta el lunes por la mañana cuando me enteré de que el incendio había sido en la casa de un compañero de clase de mi hijo.

Me puse en contacto con ellos para ofrecerles ayuda y me contaron que se habían quedado sin nada, que les habían ofrecido quedarse en el hotel y que podían acudir al centro de día para comer. Me dijeron que necesitaban ropa y calzado para los 6 miembros de la familia y esa misma tarde les llevamos una bolsa de ropa que consiguió un amigo y les intentamos tranquilizar diciéndoles que los seguros se encargaran de todo.

Fue en aquel momento cuando nos dijeron que ellos estaban de alquiler y que el casero tenía un seguro que cubría el continente pero que no sabían si también cubriría el contenido, y que ellos no tenían ningún seguro aparte.
El martes por la mañana me llamaron y me contaron que tenían que marcharse del hotel, pues sólo les cubría una noche: el resto lo tenían que pagar ellos. Conscientes de que no podían pagarlo se fueron, y es entonces cuando un conocido les ofrece su casa: esa noche durmieron 12 personas en un piso. 

Preguntamos en asuntos sociales si existía en Algete vivienda social de emergencia y nos dijeron que no, que la vivienda se la tenían que buscar ellos. Empezamos a buscar casa de alquiler. Al principio llamamos a anuncios particulares conscientes de que las agencia cobraban un mes de comisión (me dijeron que asuntos sociales les ayudaría con el gasto inicial). Recorrimos el pueblo y llamamos a cada cartel que nos encontramos y lo mismo con los anuncios. En unos la casa no estaba disponible hasta agosto, en otros eran necesarias una serie de mejoras para poder entrar a vivir (calefacción, caldera rota, ventanas que no cerraban...), arreglos que los propietarios no querían hacer. Y en una nos dijeron directamente que para los del incendio no la alquilan (¡alucino!). 


Logotipo de la campaña #ALGETEsolidario Viendo que entre particulares iba a resultar difícil, buscamos en agencias. Apareció un piso que a las 18h estaba libre y a las 20h curiosamente ya lo había alquilado el marido y no les había dado tiempo a avisar a la agencia. Desesperados lo dejamos por ese día. 

Por fin el jueves la misma agencia les enseña una casa en la que parecía que no tenían problema alguno para alquilársela. Locos de contentos acudieron a servicios sociales para contarles que ya habían encontrado casa y que necesitaban su ayuda para el pago inicial. Es entonces donde se dan cuenta que ha habido un mal entendido por que les dijeron que desde asuntos sociales sólo les podían ayudar pagando la fianza y no sabían si en su totalidad, ya que es un poco más de lo que se estipula en estos casos. Todo esto 2 horas antes de la firma de contrato. Salieron de la reunión disgustados viendo que se quedaban sin casa. Les dejo en la agencia para que les cuenten lo que pasaba y me voy a casa casi más desesperada que ellos. 

A las dos horas me llamaron para contarme que tienen la casa, que la persona que les alojaba en su casa y algún amigo más les prestaban el dinero para alquilarla. La alegría en ese momento fue inmensa: verles con esa ilusión tan grande, sabiendo que tendrán que devolver ese dinero, pero que por suerte tenían trabajo y tarde o temprano lo podrían hacer. 

Les acompañé a su nueva casa y me faltan las palabras para describir verles tan felices, solo con las cuatro paredes. Es entonces cuando se me ocurre hacer un llamamiento para que la gente les pueda donar eso que no usamos o no queremos y todavía me emociono más viendo la respuesta de los vecinos de Algete. En 4 horas el mismo viernes ya tenían montones de cosas y al día siguiente prácticamente tenían de todo. Gracias a todos los que habéis aportado vuestro granito de arena para que esta familia empiece de cero.

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