sábado, 18 de abril de 2020

Guía de Civio de ayudas durante la crisis del coronavirus y cómo solicitarlas

La Fundación Ciudadana Civio ha publicado una sencilla guía sobre las ayudas que se están poniendo en marcha durante esta emergencia sanitaria, quiénes pueden solicitarlas y cómo. 

Se trata de las ayudas que han entrado ya en vigor y a nivel estatal: no incluye aquellas puestas en marcha por comunidades autónomas o entidades locales. 

No es necesario inscribirse ni facilitar un correo electrónico para tener esta guía. Desde la Fundación Civio quieren que esta guía llegue a todo el mundo, así que puedes acceder a ella de forma gratuita animándote a compartirla con los tuyos. 

¿Qué ayudas? De Vivienda (moratoria de hipotecas y alquileres; desahucios; suministros), Trabajo (desempleo especial por ERTE; para trabajadores temporales; para empleadas del hogar; bajas por contagio o cuarentena; reducción de jornada por cuidados) y Autónomos y empresas (cese de actividad -solo autónomos, tengan empleados o no-; moratoria cuotas Seguridad Social; aplazamiento de otros impuestos; ERTE bonificado y créditos ICO). 

Puedes acceder a la guía en este enlace

La Fundación Ciudadana Civio es una organización independiente y sin ánimo de lucro que vigila a los poderes públicos, informa a todos los ciudadanos y presiona para lograr una transparencia real y eficaz en las instituciones. 

Desde Vecinos por Algete agradecemos a la Fundación Civio la publicación de esta guía y te invitamos también a que la compartas con tus vecinos, amigos y familiares.

viernes, 17 de abril de 2020

El pabellón salvavidas

Texto de Malele Caro
Imágenes de Mireya Caro, enfermera y voluntaria en el Samur



Hoy Ifema cierra una etapa: su pabellón 7 queda lleno de historia, de sucesos de vidas y óbitos de muerte, pero sobre todo queda inscrito a fuego, el esfuerzo que cada persona puso para seguir adelante, cada uno de los profesionales que se dejó la piel para transformar un pabellón de feria en un pabellón salvavidas.


Ellos deberían ser nuestro mejor ejemplo a seguir, desde el que hizo el dibujo del diseño de la distribución, a los fontaneros que soldaron las tuberías, a los instaladores del aire, a los que transportaron el material, a los que montaron las camas, a los que limpiaron, desinfectaron y acondicionaron el lugar, a los que pintaron las líneas para diferenciar las áreas, a los que les han estado trayendo alimentos, libros y enseres para estar conectados con el exterior, a los donantes de cualquier material, a la logística que cada uno necesitó, a los que se llevaron féretros y bolsas llenas de nuestros seres queridos y amigos... 



Gracias a todos, pero sobre todo a ellos, a los voluntarios y a los sanitarios, a los primera línea, a todas las Protes Civil, celador@s, auxiliares, enfermer@s, médic@s, bomberos, policía local y nacional, al ejército, a la prensa, a los que se quedaron en casa, a los que cerraron sus comercios,  a quienes los mantienen dando servicio y en definitiva a  todo aquel que puso su granito de arena para que hoy el pabellón 7 de Ifema cierre sus puertas, con el deseo de que jamás tenga que volver a abrir por la pérdida y el desmantelamiento de una  sanidad pública y universal como la nuestra.



A todos y cada uno GRACIAS
#JuntosSaldremosAdelante




lunes, 13 de abril de 2020

Los maestros también lloramos

Carmen Carvajal Romero Directora del CEIP Los Alcalá Galiano de Doña Mencía (Córdoba).
Artículo de opinión publicado en el Diario de Córdoba 11/04/2020 


Un día, de golpe y porrazo, nos dicen que tenemos que recogerlo todo rápidamente y marcharnos a casa. Las altas esferas afirman que tenemos que seguir dando clase telemáticamente. Parece fácil, ¿verdad?

Algo tuvimos claro desde el principio: seguir con un repaso de lo ya trabajado en clase para dar margen de reacción a familias, niños y maestros. No avanzaríamos materia, solo cortas tareas que se podrían hacer rápido, más aún que cualquier tarde de estudio.

Comenzamos a ver qué medios funcionan mejor y nos damos cuenta de que, al igual que nosotros y nuestra propia familia, contamos con situaciones totalmente distintas: papás que teletrabajan, familias monoparentales con un móvil para los dos hijos, hogares sin internet...pero para las altas esferas eso da igual.

La vida seguía y lo peor estaba por llegar: llamada de los superiores este lunes a las 9 de la mañana para recordar que hay que avanzar materia (lo haremos después de Semana Santa). ¿Cómo lo vamos a hacer? Y es que en la cabeza de los mandamases del país no entra que lo más importante ahora es sobrevivir en todos los sentidos: psicológica y físicamente. ¿Pero a ellos? A ellos les da igual.

Pues señores mandamases, los maestros y directores también lloramos. Lloramos porque tengo un padre en una situación horrible como autónomo, tengo una hermana en medio del caos madrileño y tengo a 32 maestros, 545 papás y mamás, y 360 niños esperando ver cómo solucionamos algo que no tiene solución.

"Tenemos que avanzar materia". A partir de aquí, tendremos que habilitar los equipos, tendremos que enseñar al profesorado, tendremos que enseñar a las familias, tendremos que instalar programas para videoconferencias, tendremos que adaptar el futuro temario, tendremos que decir que los exámenes no podremos hacerlos, tendremos que...¡Sobrevivir al coronavirus!

No os preocupéis, mandamases, que llevamos muchos días trabajando para llevar a cabo lo mejor posible todo nuestro trabajo. No os preocupéis porque sobre nuestra espalda cae el peso de la responsabilidad, el peso de toda aquella gente que dice que cobramos sin trabajar, o el peso de aquellas familias que pueden llegar a decir que hacen nuestro trabajo...Porque, mandamases, nosotros también lloramos.

No solo tenemos que sobrevivir al caos que estamos viviendo en todo el mundo, tenemos que sobrevivir a las desigualdades familiares, a nuestros propios problemas, a las críticas (porque nunca lo haremos bien para todos), sobrevivir a vuestras órdenes y, sobre todo, sobrevivir a una situación jamás antes vivida, en una constante incertidumbre. Porque, mandamases, nosotros tampoco contamos con los recursos y por eso, día a día, los maestros también lloramos.