Dentro de las ya habituales promesas electorales que
nos hacen en campaña electoral a los madrileños, ayer se hizo una que nos
afecta en gran medida a los algeteños: Cristina Cifuentes, candidata popular a
la Comunidad de Madrid prometió una nueva obra con la construcción de una
carretera alternativa a la A-1 que solucione los problemas de tráfico de la
carretera Madrid-Burgos en sus primeros kilómetros.
Para construir la nueva variante y resolver el colapso perenne de la A-1, la Comunidad de Madrid necesita el permiso del Ministerio de Fomento, ya que la carretera proyectada se encuadra en teoría dentro de las competencias del mismo, pues entraría y saldría de una autovía responsabilidad de este. El acuerdo otorgaría autonomía a la Comunidad para desarrollar el proyecto y desatascaría uno de los grandes nudos gordianos de tráfico de la región.
Para construir la nueva variante y resolver el colapso perenne de la A-1, la Comunidad de Madrid necesita el permiso del Ministerio de Fomento, ya que la carretera proyectada se encuadra en teoría dentro de las competencias del mismo, pues entraría y saldría de una autovía responsabilidad de este. El acuerdo otorgaría autonomía a la Comunidad para desarrollar el proyecto y desatascaría uno de los grandes nudos gordianos de tráfico de la región.
Esperanza Aguirre ya inició en noviembre de 2011 los trámites para construir una autopista radial de peaje alternativa a la A-1, tal y como figuraba en el programa electoral con el que concurrió en las elecciones de mayo de ese año. El tramo discurriría entre la M-50 y la A-1 a la altura de El Molar. El Consejo de Gobierno incluso sometió a información pública el estudio de impacto ambiental de la nueva autopista, que contaría con dos carriles por sentido y discurriría entre la M-40, a través de la M-12 (la vía de pago que conecta con el aeropuerto de Adolfo Suárez-Barajas), enlazaría también con la M-100 y llegaría hasta El Molar, a 40 kilómetros de Madrid.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional tumbó el plan
de Aguirre para construir la RM-1 —la presidenta del PP de Madrid ya se topó
con el Constitucional en 2006 por intentar hacer la carretera por su cuenta—.
Entendió que invadía las competencias del Estado al iniciar la construcción de
una autopista radial al margen de la R-1 ideada por el Ejecutivo central. En
2006, con el socialista José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del
Gobierno, el Ministerio de Fomento reactivó el proyecto de la R-1, licitada un
año después en 210 millones. El concurso quedó desierto, como el de 2009, por
240 millones.
Cifuentes pretende ahora retomar el proyecto de la
alternativa a la A-1, para lo que espera contar con el visto bueno del Estado,
con la diferencia que ahora el tramo sería gratuito, no de peaje. Pero además,
ha propuesto que en la actual A-1 se añada un nuevo carril y que se creen vías
de servicio en determinados tramos, lo que ayudaría a descongestionar el
tráfico.
Todos los algeteños conocemos bien los atascos de la autovía tanto de entrada y salida de la capital, a cualquier hora del día y cualquier día de la semana. El tramo paralelo a la A-1, que tendría una longitud de 24 kilómetros. Los estudios previos y las obras tendrían una duración de entre dos años y medio y tres años. El coste de la inversión sería de 120 millones de euros a repartir a lo largo de la legislatura, una cifra asumible, según la candidata, cuando la Consejería de Transportes tiene este ejercicio un presupuesto anual de 1.441 millones. Además, la conexión con la M-100 generaría un nuevo acceso distribuidor hacia los municipios de Algete, Cobeña, Daganzo de Arriba y Fuente El Saz del Jarama, descargando de tráfico a la actual autovía que a esa altura soporta más de 100.000 vehículos al día.
Pero además de las ventajas ¿cuáles son los inconvenientes de esta obra faraónica? Desde Vecinos por Algete entendemos que esta propuesta tiene sus beneficios para nuestra población, como ya ha explicado la candidata popular y hemos expuesto anteriormente. Pero también unos inconvenientes, que es necesario conocer para valor la idoneidad o no del proyecto.
Y es que el hipotético trazado paralelo a la Nacional 1 afectaría gravemente a la Zona de Especial Conservación (Red Natura) de las cuencas de los ríos Jarama y Henares (precisamente el trazado atravesaría la misma zona donde el Ayuntamiento de Algete cedió terrenos municipales para la construcción de un campo de golf). La carretera afectaría a los ríos Jarama y Guadalix, fragmentándolos y aislando a las especies animales que los habitan. Supondría la destrucción de una parte considerable de hábitats catalogados en la directiva 92/43/CEE.
La Nacional 1 es actualmente una de las vías que registra una mayor intensidad de circulación, alcanzando un tráfico de 142.000 vehículos al día en el punto kilométrico 18, a la altura de Alcobendas, y reduciéndose hasta 49.000 a la altura de El Molar. Si de verdad se quiere arreglar los problemas de congestión en las grandes vías de acceso a Madrid, la solución hace tiempo que está inventada, tiene muchas ventajas ambientales, es más equitativa socialmente y tiene un coste económico inferior: reservar carriles en exclusiva para los autobuses o para vehículos de alta ocupación. Este modelo tan exitoso que ya funciona en un tramo de la A-6 desde 1995 (el conocido como “carril BUS-VAO”) pese a las reiteradas promesas, nunca se ha extendido al resto de las vías de acceso a Madrid, siendo la A-1 la más indicada para albergar este tipo de infraestructuras dadas las circunstancias y una de las demandas que más solicitan los usuarios de transporte público de Algete.
Además, la construcción de esta infraestructura podría convertirse en otra ruina que acabaría pagando la ciudadanía, pues como recordareis, durante el anterior Gobierno del PP se diseñaron las radiales de peaje dos, tres, cuatro y cinco y se afirmó que iban a solucionar los problemas de atascos de la Comunidad de Madrid. Más allá de su tremendo impacto ambiental, estas cinco radiales supusieron un fracaso estrepitoso, además de que están muy lejos de habernos salido gratis a los contribuyentes.
Así pues, la construcción de la alternativa a la A-1, resolvería parte de las congestiones de tráfico pero sin embargo favorece la utilización y crecimiento del transporte privado, frente a la apuesta por un transporte público de calidad. Introduce una nueva fragmentación en el territorio que constriñe el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y el río Jarama, amenazando la integridad de la red NATURA 2000 y podría servir de estímulo al crecimiento urbanístico de las zonas anexas que a la larga, acabarían agravando más si cabe el problema de transporte en la zona norte de Madrid. Y tú como vecino de Algete ¿qué opinas?
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