Y todo esto ¿por qué?
por Cecilia Sánchez De Medina
Ésta es una pregunta que escucho con demasiada frecuencia. ¿Por qué?
Bueno, cierto es que todo tiene un porqué. El comienzo de este “porqué”
llega cuando intentas llegar a fin de mes, cumpliendo con todas tus
obligaciones, y te vas dando cuenta de que, cada vez, es más complicado
hacerlo. Todo sube. Sí, lo sabemos. Y, aunque cada vez tienes menos
oportunidades para salir por ahí, darte un capricho o yo qué sé,
intentas, como puedes, pagar tus recibos. Pero, a cambio, te gustaría
sentir un apoyo de la gente que te gobierna. Sin embargo, lo que vemos a
diario es corrupción, corrupción y más corrupción. Políticos que se
ríen de nosotros en nuestra cara. Que han dado la espalda a la sociedad
española. Que no atienden a las necesidades de los españoles, que cada
vez son más. La situación de familias que pasan hambre es lamentable.
Intentan vendernos su moto. Echar la culpa a los que estaban o echársela
a los que están. ¡Venga ya! ¿A quién pretenden engañar? Ya nos hemos
cansado. Estamos hartos algunos, otros ni siquiera pueden hartarse.
Otros, lamentablemente, están pasando muchas calamidades.
Y
no hace falta salir de tu pequeño municipio para ver las cosas que
ocurren. En Algete, que es donde yo vivo. ¿Por qué nos metemos en esto?
Pasas una época de rabia, de no dar crédito a todo lo que ocurre, te
cabreas con todo lo que pasa a tu alrededor… Y tú, mientras, pagando un
dineral en impuestos. ¿Dónde están los resultados? ¿Se tiene en cuenta a
los que están en el paro? ¿A dónde va todo ese dinero de impuestos?
Desde luego no repercute en el pueblo. Despidos, barrios e instalaciones
abandonados a su suerte… Y los impuestos siguen subiendo. No nos vendan
la moto de que no pueden hacer nada. Tenemos ejemplos de otros
municipios que han congelado el IBI o que tienen en consideración a las
familias más desfavorecidas. Algo se podrá hacer… Si se quiere hacer.
Podían comenzar los políticos bajándose los sueldos. Reduciendo puestos
de confianza. ¿Qué no es mucho dinero de ahorro? Algo será. Y, poco a
poco, reduciendo de allí y de aquí, se podrán ir consiguiendo cosas. En
otros municipios, se han quitado las dietas, por ejemplo. Comen de
“tupper”, como tantos de nosotros. Y no pasa nada, señores.
En
Algete somos diferentes. En vez de eso, cada día, vemos como se
incrementa la deuda del municipio. Cada vez la bola es más grande. Sin
embargo, los vecinos, cada vez tenemos menos servicios, menos
posibilidades de ocio, de entretenimiento… Porque no hablemos de hacer
deporte. Un carril bici de 800 metros (¡Guau!) con grietas,
polideportivo en pésimas condiciones… Además, despidos en Geseral,
trabajadores que cobran a destiempo… Pero, ¿esto qué es?
Son
pequeños ejemplos que te hacen pensar. Que los tienes en la cabeza. Que
cada vez que paseas por Algete y que hablas con un vecino, salen a
relucir. Todos nos quejamos. Protestamos. Estamos hartos y cansados.
Entonces, vuelve a la mente la pregunta: “Y, todo esto, ¿por qué?” Pues
ésta es mi respuesta: puedo seguir protestando, quejándome y criticando a
los que nos gobiernan. De hecho, no pienso dejar de hacerlo mientras no
me guste lo que hacen. Pero, además, he decidido no quedarme quieta. No
parece que tengan demasiado interés en cambiar las cosas. Entonces,
¿por qué no intentamos cambiarlas los ciudadanos de a pié? En Algete, en
Madrid y en España entera. Estoy convencida de que se pueden cambiar
las cosas. Ya existen ejemplos de proyectos y acciones que han
beneficiado a poblaciones. Yo no pienso quedarme quieta. Ni yo, ni
muchos ciudadanos.
Por eso, en Algete, nos hemos unido un
grupo de personas que queremos cambiar las cosas. Somos vecinos. Quien
quiera echarnos en cara que tenemos que tener ideología política, se
equivoca. Personalmente, cada uno puede tener su ideología y pensar como
quiera. Pero, para intentar tener un pueblo más cercano, menos
endeudado y más activo, no creo que hagan falta ideas de izquierdas, de
derechas, de centro, de arriba o de abajo. Hace falta ilusión. No somos
expertos en temas municipales. Somos jóvenes. No es problema tampoco.
Los que gobiernan son más mayores, algunos, y con experiencia política.
¿Acaso lo hacen bien? ¿Han reducido la deuda? ¿Han mejorado el pueblo?
En Vecinos por Algete puede estar quien quiera. Todo el que quiera
aportar, trabajar, colaborar, cambiar el pueblo… No vendemos motos.
Cuando hablamos, no buscamos votos. Buscamos proyectos en común, ideas
de unos y otros para mejorar el pueblo. Sugerencias, ilusión… Buscamos
ilusión y soluciones para Algete.
Éste es el motivo. Éste es
el “Y, todo esto, ¿para qué? Para conseguir que aquél hashtag
“#AlgeteDespierta” se convierta en una realidad. Ya hemos dormido
bastante. Es hora de quitarse las legañas, abrir bien los ojos y luchar
por un pueblo para todos. Así, de cara, sin intentar ser de otra forma
distinta a la que somos. Somos así, vecinos, jóvenes y sin experiencia
política. Cada uno profesional de lo suyo. Luchadores como tantos, sobre
todo en estos momentos de crisis, intentando hacer cábalas día a día en
nuestras casas y en nuestras propias vidas. Y, sobre todo, muy
preocupados con todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. No
vamos a desistir en intentar cambiar las cosas. Tenemos ilusión y ganas
para rato.
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