Señora Isabel Díaz Ayuso, somos 400 madres de niños, niñas y adolescentes trans de todas las edades y acudimos a este medio para que nos escuche, ya que no ha querido usted hacerlo previamente a presentar esta cruel reforma de las leyes LGTBI y Trans en la Comunidad de Madrid.
Como madres, queremos lo mejor para sus vidas, deseamos que sean felices y que vivan en una sociedad justa e igualitaria y, sinceramente, no entendemos estos ataques injustificados contra personas menores de edad. ¿Puede usted hacerse una idea del dolor que nos está haciendo? Cuando omite y elimina cualquier referencia a la identidad de género, está usted negando la existencia misma y la realidad de nuestros hijos e hijas.
Si usted, señora Ayuso, hubiera accedido a reunirse con nosotras antes de preparar esta dañina reforma hubiera conocido de primera mano nuestras necesidades, nuestros miedos, nuestras preocupaciones y quizás hubiera podido empatizar con todas nosotras y con nuestras hijas e hijos. También hubiera podido comprobar el inmenso orgullo y el amor que nos mueve y nos mantiene en la lucha por sus derechos.
Nos duele que dejen de ser ''personas'' para usted y que pasen a ser ''los transexuales''. Nos duele pensar que cualquier docente pueda humillarles dejando de utilizar sus nombres sentidos. Nos duele que los menores de 14 años, que no tienen DNI, no tengan derecho a cambiar el nombre en sus notas, carnés de biblioteca o abonos de transporte. Nos duele que por los prejuicios o la mente sucia de otros padres y madres puedan prohibir, a cualquiera que así lo necesite, entrar a baños y vestuarios acordes a su sexo sentido como si fueren violadores o violadoras en potencia. Nos duele que ya no se proteja a todas las personas trans en los protocolos de acoso. Nos duele que se eliminen los planes y estrategias educativas en diversidad y educación sexual. Nos duele que deroguen todo el régimen disciplinario porque constata su falta de voluntad para penalizar, en las materias de su exclusiva consecuencia a quien discrimine y ejerza violencia hacia ellos y ellas. Nos duele que quieran volver a tratar a nuestra infancia y juventud como personas enfermas a las que les tiene que validar un examen mental. Nos duele que se niegue la violencia que todavía sufre el colectivo. Nos duele que ataquen a nuestros hijos, hijas e hijes, porque sí, señora Ayuso, las personas no binarias también existen.
Señora Ayuso, quizás para usted sean pequeñas cosas o estúpidos temores de madres protectoras. Para nosotras es la vida de nuestros niños y niñas, son sus espacios seguros y, con sus medidas, va a convertirlos en lugares hostiles.
Señora presidenta, nuestros hijos e hijas van a seguir existiendo. Nosotras, sus padres, sus familias, seguiremos protegiéndoles y acompañándoles. Es su obligación, y la de los poderes públicos hacerlo también y no vamos a dar ni un paso atrás hasta que lo consigamos. Nuestros hijos e hijas serán, algún día, parte de esa historia y de la memoria trans que ustedes quieren borrar y estamos seguras de que, algún día, cumplirán sus sueños personales y profesionales porque tienen a sus familias y a gran parte de la sociedad madrileña progresando junto a ellos y ellas. Señora Isabel Díaz Ayuso, no olvide nunca que el amor y la fuerza de una madre o de un padre puede cambiar el mundo y a sus dirigentes.
Madres de Chrysallis y Cogam
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