El partido político local Vecinos por Algete ha solicitado al consistorio algeteño que estudie la propuesta que ha realizado la asociación NorTEA para que el municipio de Algete se una a la iniciativa mundial “Ilumínalo de Azul” (Light it up Blue) el próximo 2 de abril (Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo).
La iniciativa mundial “Ilumínalo de Azul” surgió en el año 2010 desde la organización Austim Speaks, y consiste en una iniciativa global que pretende propiciar la sensibilización social acerca del Autismo con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre este trastorno. La noche del 1 al 2 de abril, muchos lugares y edificios emblemáticos como la Torre Eiffel, el Empire State y otros miles de monumentos y edificios representativos de todo el mundo, se iluminarán con el color azul que representa al Autismo y la lucha por conseguir su inclusión social.
Iluminar de azul elementos emblemáticos en el municipio la noche del 1 al 2 de abril, como ya se hiciera en la fuente de la plaza de la Constitución de Algete en 2016, sería una magnífica contribución a la celebración de ese día tan especial, y así lo ha pedido a los municipios de la zona norte de Madrid la Asociación NorTEA. Vecinos por Algete ha pedido además dar difusión a la iniciativa en medios de comunicación y redes sociales con el hashtag oficial para la acción #LIUB (Light It Up Blue, Ilumínalo de azul). Algete se uniría así a otras ciudades europeas dando su apoyo a este colectivo en la conmemoración del Día Mundial de Concienciación del Autismo.
El Trastorno del Espectro Autista
El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida. Es parte de un grupo de trastornos conocidos como trastornos del espectro autista. Actualmente se diagnostica con autismo a 1 de cada 68 individuos y a 1 de cada 42 niños varones, haciéndolo más común que los casos de cáncer, diabetes y SIDA pediátricos combinados. Se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social, y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas. El autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. También, está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos, tales como arreglar objetos obsesivamente o seguir rutinas muy específicas. Los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos.
Los trastornos del espectro autista se pueden diagnosticar formalmente a la edad de 3 años, aunque nuevas investigaciones están retrocediendo la edad de diagnóstico a 6 meses. Normalmente son los padres quienes primero notan comportamientos poco comunes en su hijo o la incapacidad para alcanzar adecuadamente los hitos del desarrollo infantil. Algunos padres explican que su hijo parecía diferente desde su nacimiento y otros, que iba desarrollándose normalmente y luego perdía aptitudes. Puede que inicialmente los pediatras descarten las señales del autismo pensando que el niño podrá alcanzar el nivel deseado y les aconsejan a los padres que esperen y vean cómo se desarrolla. Nuevas investigaciones muestran que cuando los padres sospechan que hay algo mal con su hijo, generalmente están en lo correcto.
Si un niño es diagnosticado de autismo, una intervención temprana es crítica para que pueda beneficiarse al máximo de todas las terapias existentes. Aunque para los padres puede ser difícil etiquetar a un pequeño como “autista”, cuanto más pronto se haga el diagnóstico antes se podrá actuar. Actualmente no existen medios efectivos para prevenir el autismo, ni tratamientos totalmente eficaces o cura. Sin embargo, las investigaciones indican que una intervención temprana en un entorno educativo apropiado, por lo menos por dos años durante la etapa preescolar, puede tener mejoras significativas para muchos niños pequeños con trastornos del espectro autista. Tan pronto como se diagnostique el autismo, la intervención temprana debe comenzar con programas eficaces, enfocados en el desarrollo de habilidades de comunicación, socialización y cognoscitivas.
La iniciativa mundial “Ilumínalo de Azul” surgió en el año 2010 desde la organización Austim Speaks, y consiste en una iniciativa global que pretende propiciar la sensibilización social acerca del Autismo con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre este trastorno. La noche del 1 al 2 de abril, muchos lugares y edificios emblemáticos como la Torre Eiffel, el Empire State y otros miles de monumentos y edificios representativos de todo el mundo, se iluminarán con el color azul que representa al Autismo y la lucha por conseguir su inclusión social.
Iluminar de azul elementos emblemáticos en el municipio la noche del 1 al 2 de abril, como ya se hiciera en la fuente de la plaza de la Constitución de Algete en 2016, sería una magnífica contribución a la celebración de ese día tan especial, y así lo ha pedido a los municipios de la zona norte de Madrid la Asociación NorTEA. Vecinos por Algete ha pedido además dar difusión a la iniciativa en medios de comunicación y redes sociales con el hashtag oficial para la acción #LIUB (Light It Up Blue, Ilumínalo de azul). Algete se uniría así a otras ciudades europeas dando su apoyo a este colectivo en la conmemoración del Día Mundial de Concienciación del Autismo.
El Trastorno del Espectro Autista
El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida. Es parte de un grupo de trastornos conocidos como trastornos del espectro autista. Actualmente se diagnostica con autismo a 1 de cada 68 individuos y a 1 de cada 42 niños varones, haciéndolo más común que los casos de cáncer, diabetes y SIDA pediátricos combinados. Se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social, y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas. El autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. También, está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos, tales como arreglar objetos obsesivamente o seguir rutinas muy específicas. Los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos.
Los trastornos del espectro autista se pueden diagnosticar formalmente a la edad de 3 años, aunque nuevas investigaciones están retrocediendo la edad de diagnóstico a 6 meses. Normalmente son los padres quienes primero notan comportamientos poco comunes en su hijo o la incapacidad para alcanzar adecuadamente los hitos del desarrollo infantil. Algunos padres explican que su hijo parecía diferente desde su nacimiento y otros, que iba desarrollándose normalmente y luego perdía aptitudes. Puede que inicialmente los pediatras descarten las señales del autismo pensando que el niño podrá alcanzar el nivel deseado y les aconsejan a los padres que esperen y vean cómo se desarrolla. Nuevas investigaciones muestran que cuando los padres sospechan que hay algo mal con su hijo, generalmente están en lo correcto.
Si un niño es diagnosticado de autismo, una intervención temprana es crítica para que pueda beneficiarse al máximo de todas las terapias existentes. Aunque para los padres puede ser difícil etiquetar a un pequeño como “autista”, cuanto más pronto se haga el diagnóstico antes se podrá actuar. Actualmente no existen medios efectivos para prevenir el autismo, ni tratamientos totalmente eficaces o cura. Sin embargo, las investigaciones indican que una intervención temprana en un entorno educativo apropiado, por lo menos por dos años durante la etapa preescolar, puede tener mejoras significativas para muchos niños pequeños con trastornos del espectro autista. Tan pronto como se diagnostique el autismo, la intervención temprana debe comenzar con programas eficaces, enfocados en el desarrollo de habilidades de comunicación, socialización y cognoscitivas.
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