El partido político local Vecinos por Algete voto en contra de una moción de Vox que proponía el cierre norte de la M-50 en el pleno ordinario de abril del Ayuntamiento de Algete. Como alternativa, el partido político local propuso dedicar esa gran inversión económica a la mejora del transporte público en el norte madrileño, con la prolongación del tren de Cercanías hasta Algete, el aumento de las expediciones de autobuses interurbanos o la construcción de un carril bus-vao en la autovía A-1. La propuesta de Vox no salió adelante por el rechazo del resto de grupos políticos municipales, a excepción del PSOE que la apoyó.
Sergio Velasco, portavoz del Grupo Municipal de Vecinos por Algete señaló en el pleno que “al igual que distintas organizaciones ecologistas, desde Vecinos por Algete creemos que la estrategia para luchar contra los atascos debe ser justo la contraria que la planteada y los enormes recursos económicos deberían destinarse a otros fines: no cerrar la M-50, ni ampliar o construir más carreteras y apostar por el transporte público. En el caso concreto de Algete, la conexión ferroviaria entre la capital madrileña y el municipio es fundamental no solo para la necesaria descongestión del tráfico de toda la zona norte, sino también para el crecimiento de la localidad, fomentando el desarrollo de la inversión y mejorando la calidad de vida de sus vecinos. La conexión del municipio con la red de Cercanías madrileña solucionaría buena parte de los graves problemas de movilidad de Algete y sería prioritario antes que un eventual cierre de la M-50.”
El portavoz de Vecinos por Algete señaló también que “mientras llega esa infraestructura ferroviaria es imprescindible aumentar la capacidad del transporte público por carretera que circulan fundamentalmente por la A-1. Es necesario aumentar expediciones de autobuses interurbanos y de trenes de Cercanías y de metro en los municipios vecinos que cuentan con ellos. El refuerzo de expediciones claramente es fundamental para municipios como Algete, por encima del cierre de la M-50 también”.
Sergio Velasco añadió para concluir que “paralelamente a ese aumento de las frecuencias y expediciones de los autobuses interurbanos, es conveniente establecer plataformas reservadas para el transporte público (carriles bus) en la autovía A-1 de acceso a Madrid. Se debería conseguir que dichas plataformas fueran permanentes, pero a más corto plazo, el Ministerio de Fomento y la Comunidad de Madrid deben ejercer una labor decidida para que se habiliten con carácter provisional carriles-bus tanto en horas punta los días laborables, como especialmente durante los episodios de altos niveles de dióxido de nitrógeno (cuando se active el protocolo de la ciudad de Madrid o el protocolo marco de la Comunidad de Madrid, o en días con situaciones o eventos especiales)”.
Al partido político local le llama la atención de que al mismo tiempo que se quiere cerrar la M-50 y construir más kilómetros de carreteras, no haya ningún compromiso concreto para la realización de los carriles bus-VAO en las principales vías de acceso a Madrid ni por parte de la Comunidad de Madrid ni por parte del Gobierno de España. Desde Vecinos por Algete se pide un plan de movilidad sostenible, no la construcción de más autovías, pues los problemas de contaminación del aire y ruido en la Comunidad de Madrid son muy graves y deben ser prioritarios frente a cualquier otra cuestión, por no hablar del enorme atentado para el medio ambiente que supondría atravesar un espacio natural protegido si se llegase a cerrar la M-50.
RAZONES PARA RECHAZAR EL CIERRE DE LA M-50
La M-50 surgió como solución a los interminables atascos que se generan en la M-30 y M-40. Se bautizó con el nombre de M-50 por ser el quinto cinturón de circunvalación de Madrid y por él transitan cada día, según datos de la DGT, más de 60.000 vehículos. En su recorrido da acceso a 18 municipios, entre San Sebastián de los Reyes y Las Rozas. La M-50 no es un anillo completamente cerrado, porque el terreno que atraviesa para completarlo por el norte es un espacio natural protegido y a pesar de la intención de la Comunidad de Madrid de unir los dos extremos a través de autovías y túneles, el proyecto nunca se llevó a cabo por tener que atravesar el Monte de El Pardo y el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, y por el enorme coste que supondría sortearlo, sobre todo en el momento de crisis económica que había cuando se aprobó el proyecto.
Diversos colectivos que integran la “Plataforma M-50 No” (Asociaciones de Vecinos de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, Sindicatos, Partidos Políticos y Organizaciones Ecologistas) creen que el cierre de esta circunvalación, lejos de solucionar los problemas de movilidad del norte madrileño, los agravaría todavía más por cinco motivos:
- Provocaría daños a la salud y al medio ambiente: La contaminación del aire y del ruido, se verían incrementados notablemente si se construyese este tramo de cierre. Baste recordar que más de 2.500 personas fallecen cada año de forma prematura por la contaminación del aire en la región madrileña. La peor estrategia posible para luchar contra el cambio climático (el principal problema ambiental al que nos enfrentamos) es seguir construyendo carreteras. Pero, además, están los daños a espacios protegidos tan relevantes como el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, que se vería cercenado en dos lugares por este tramo, o al Monte de El Pardo.
- Agravaría los atascos: Un argumento utilizado por los defensores del cierre norte de la M-50 es que garantizaría la fluidez del tráfico. Pero esto mismo nos dijeron con la construcción de la M-40, con la M-45, con las radiales, con la ampliación de la M-30… y nunca ocurre así. El motivo es que cada nueva autovía que se inaugura tiene un gran “efecto llamada” que hace que todavía más conductores usen sus coches, lo que genera nuevos atascos y una mayor congestión, con más automóviles en circulación.
- Excesivos kilómetros de carretera en la región. La Comunidad de Madrid tiene 4 veces más autovías por habitante que la región de Londres, 2,5 veces más que la de París… Somos la región metropolitana europea con más kilómetros de autovías y autopistas, y también la capital del atasco.
- La construcción de carreteras no genera ni riqueza ni empleo: La mayor parte de los estudios demuestran que a partir de un determinado nivel de dotación de infraestructuras (que en la Comunidad de Madrid hemos superado hace muchos años) las nuevas autovías no sólo no traen riqueza, sino que generan más problemas y gastos que ventajas. En cuanto al empleo, somos el país europeo con más kilómetros de autovía y autopista, y en cambio uno de los que más paro tiene.
- Supone un despilfarro de dinero público: En el momento de su proyección se hablaba de 2.900 millones de euros. Y aunque el Gobierno regional pretende hacernos creer que este tipo de obras son financiadas por las empresas concesionarias, lo cierto es que recaerán sobre los contribuyentes vía peajes en la sombra y otros mecanismos como ya ocurre con la M-45 o las radiales rescatadas. Estos cuantiosos fondos son mucho más necesarios en otros ámbitos: mejora de la sanidad, educación, prestaciones sociales, etc.
Frente al cierre, se han planteado distintas alternativas o soluciones desde distintas agrupaciones políticas de la zona como la a eliminación de los peajes de la M-12 y la R-2, tramos comprendidos entre la M-40, la M-50 y la A-1. Esta medida, ofrecería vías alternativas de entrada y salida a la capital por el norte de la ciudad, sin los costos económicos y ambientales asociados al cierre de la M-50. También se ha formulado la ampliación del anillo M-45 entre Torrejón de Ardoz y la M-607. Esta medida pretende aliviar la congestión del tráfico en la M-607 hacia el este. A diferencia del proyecto fallido de la M-50, esta propuesta se percibe como más viable y económicamente razonable.
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